Christian Arturo Ponce de León Maldonado
Tras una década en donde me formulé una pregunta, después de haber visto una película; me di cuenta que esa respuesta se concretaría en hechos delictivos y de violencia no sólo en mi localidad sino en toda la República Mexicana.
Dicha cuestión me resultó tras apreciar un filme colombiano-francés llamado La Virgen de Los Sicarios. En esta historia, Fernando Vallejo, escritor y guionista de su propia novela, nos relata lo que fue regresar a Colombia en los años 90 y ver la realidad de su Medellín inmersa en un conflicto anónimo, en donde los protagonistas serían jóvenes de barrios aledaños que no luchaban por un conflicto común de territorios, sino identificar el control de las bandas del narcotráfico a través de una geografía sangrienta.
La marca territorial de la “comunas” sería la sangre derramada en calles y domicilios. Quienes trazarían todo ese río rojo a través de colonias que descienden de cerros serían los propios jóvenes convertidos en sicarios.
Fernando Vallejo y Barbet Schroeder, este último director del filme, nos muestran a través de vivencias del propio escritor una comparación de cómo ha cambiado Medellín, capital de Colombia a través de los años. Vallejo con elocuencia en el guión hace una critica en diversas áreas de la sociedad, nos expone lo que fue su vida en infancia y juventud y da testimonio de cada uno de esos recuerdos que van siendo olvidados cuando la realidad de entonces supera toda tranquilidad remota o nostálgica de aquel ayer.
La pregunta que me cuestioné fue la siguiente: ¿México podría colombianizarse? Tal respuesta ha sido afirmativa y más contundente en cada año que ha pasado. La actualidad ya está sobrepasando lo que pude ver en esa película.
Es ahora mi país quien me muestra el claro ejemplo de conflictos del narcotráfico. Tal violencia no sólo proviene de esos grupos delictivos; existen también factores globales que están incurriendo a que la violencia se traduzca en asaltos, asesinatos, extorsión, secuestro, tratado de blancas, feminicidios, etcétera.
Factores globales como la propia economía mundial, son propicios de que exista tal crisis económica en diversos países, y esto también se traduzca en violencia o en actos que escenifiquen el terrorismo ya no sólo como una causa revolucionaría sino considere que acciones de tal magnitud la realicen grupos criminales encargados del narcotráfico existente en el país.
“De ahí que sea necesario que la comunidad internacional, al reconocer la globalización, lo haga no sólo en el plano comercial, sino incluso en el rubro de seguridad, adoptando nuevas definiciones acordes a lo que hoy se requiere”
Por el momento en México a través de más de 5 años, el gobierno federal se ha enfrentado a que tal violencia en su mayoría tiene origen del narcotráfico y tras las elecciones del 2006, El actual mandatario, Felipe Calderón Hinojosa ,emprendió la estrategia de dar lucha al narcotráfico.
Tal proyecto recobra vida al atender este lucha con elementos de la policía federal y del propio ejército; pero este enfrentamiento no sólo involucra al Estado con el Narcotráfico; está permitiendo que tales encuentros tenga la desagradable fortuna de que se cobre con víctimas inocentes.
Plazas públicas, predios particulares, negocios, carreteras y demás lugares, están siendo escenarios de estos enfrentamientos en donde año con año, la espectacularización de las víctimas se da a través de los medios con el objetivo de informar pero también ser ese canal que transmita los narcomensajes para cada uno de los involucrados.
La sociedad está viviendo ya con miedo terrible, parece que hay dos vertientes de todos estos hechos, el primero ser temerosos y tomar medidas en cuanto ya no salir a lugares, no estar a altas horas y desconfiar de cualquier persona; la segunda es que también propicia que la sociedad alimente su morbo y termine por acostumbrarse a este tipo de violencia.
Esta estrategia o lucha será interminable, pero ante ello, estaremos próximamente ante un periodo promocional y de marketing político en donde cada personaje involucrado en el gobierno, lanzará su pre-campaña por contender a la presidencia, “un ritual sexenal que poco a poco se transforma en lamento exacerbado” y que ninguno de ello logrará en cierto sentido dirigir este enfrentamiento contra el narco en un modelo o proyecto sustentable en donde no se lamenten demás victimas.
Lo reciente.
“El gobierno federal, sumido en una serie de conflictos armados con narcotraficantes, ha puesto al gasto público al borde de una economía de guerra… En el presupuesto de Egresos de la Federación para el año fiscal 2012 el gasto en materia de seguridad es la prioridad del gobierno federal, dejando al crecimiento económico, la infraestructura energética y la inversión agropecuaria como temas de segundo plano… De aceptarse… la fuerza pública federal, incluyendo soldados y policías, aumentaría a casi 622 mil efectivos, quizá la fuerza más numerosa en América Latina”.
Si se llegara a aprobar tal iniciativa ¿qué asegura que sea un modelo con soluciones positivas en la lucha contra el narco? La sociedad también vive en una desconfianza absoluta y no está por demás porque recientemente la misma policía y ejército puede estar infiltrada por el narco “Hace tiempo que muchos policías pasaron de la protección pasiva a los delincuentes a la participación activa en los delitos. Muchos de ellos ya operan por iniciativa propia”
La propuesta será viable cuando no se vea manchado tales propósitos por intereses partidistas o por altos mandos en seguridad en donde no concreten a donde va esa aportación económica que esclarezca en positiva tal inversión.
Por el momento, como parte de la sociedad mexicana en la que me ha tocado pertenecer y al estar orgulloso de contribuir con mi país en el desarrollo de actividades que propicien conciencia a mi alrededor. La viabilidad de que se presenten criterios que formulen verdaderas soluciones contra todo tipo de violencia será en que nos preocupemos por fomentar en cada ciudadano joven y niño mexicano la oportunidad de estudiar.
Sé que es reiterativo implantar esta idea como parte de sin fin de publicaciones, pero es necesario que verdaderamente haya y exista, lo congruencia de que la raíz a la solución de todos estos problemas se establezca de la educación.
Sólo me resta decir que analicemos quienes están formando el personal del narco, de la violencia que existe en cada uno de nuestros domicilios. Jóvenes que no tiene la oportunidad de estudiar, que por diversas razones, de índole familiar, económicos o sociales, les ha tocado desertar de la educación y convertirse en delincuentes por el simple hecho de ganar dinero sin importar el valor o respeto a la vida ajena.
Cómo saber de la importancia de la vida de otro ser humano, si se ha aprendido empíricamente que no se vive, sino se sobrevive. Cuál sería la estrategia en fomentar que miles de jóvenes y niños entiendan que la educación será la llave de descartar todo tipo de violencia y maltrato hacia otro ser.
De mi parte está la tarea de fomentar en los estudiantes la capacidad de ser críticos, de fomentar su análisis a través de la información, de la observación y propiciar acciones que en por su forma o limitación lleguen quizá ser pequeñas con la única promesa de que generen un gran cambio a futuro.
“Nos urge una fórmula política nueva, que abra al gobierno a la sociedad, que acrisole la voluntad plural de la ciudadanía y la traduzca en decisiones de gobierno. En México hay hombres y mujeres que pueden hacerlo”
No se pretende que el texto sólo sea un reclamo a un gobierno que no escucha a su sociedad, es mucho más que ello, cuando como ciudadano, trato de involucrarme ante la realidad que me afecta como mexicano y en donde radicaré con el ejemplo de demostrar que mis acciones tomarán un significado congruente para el mejoramiento de mi país.